jueves, 15 de marzo de 2012

Características del Romanticismo

Características del Romanticismo en los textos seleccionados:

 
Vamos a trabajar el texto: CANCIÓN DEL PIRATA  de  ESPRONCEDA

Con color azul vamos a ver en que se aprecia la añoranza o evocación de mundos fantásticos o lejanos
Con color rojo señalaremos rasgos de la pasión amorosa tal como la expresa el autor
Con diez cañones por banda,               8          -           OCTAVILLA
viento en popa, a toda vela,                 8          a          La métrica de los 8 primeros versos:
no corta el mar, sino vuela                  8          a          En estos primeros 8 versos el poeta
un velero bergantín.                            7 + 1    b          nos describe al barco pirata mostrándonos sus
Bajel pirata que llaman, 5                    8          -           cualidades (bravura) y cómo surca los
por su bravura, el Temido,                   8          c          mares haciendo casta de su temerosidad
en todo mar conocido                         8          c         
del uno al otro confín.                          7 + 1    b          También se detecta esa inclinación
La luna en el mar ríela,                                                hacia el mito o leyenda en las partes
en la lona gime el viento, 10                                         subrayadas
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa, 15
y allá a su frente Estambul.
«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza 20
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho 25
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies. 30
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra 35
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes. 40
Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta 45
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad, 50
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
A la voz de «¡barco viene!»
es de ver
cómo vira y se previene 55
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido 60
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival. 65
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte! 70
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío. 75
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo 80
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad, 85
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor 90
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento, 95
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado 100
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.» 105
            Vida y obra se ve marcada en la obra literaria de Espronceda, liberal de pro fue cambiando diversamente de domicilios debido a las empresas militares que cumplía su padre. Una vez, en Lisboa, conoció a Teresa, hija de militar. Su amor de niñez tuvo que ser interrumpido por nuevas campañas militares, Holanda, Paris… y una vez de vuelta a España logra el reencuentro con una Teresa casada con un vasco mucho mayor que ella, y despreciada en el matrimonio. Su amor por ella renace de nuevo hasta que logran fugarse una noche, a costa de abandonar ésta a su marido. Espronceda sigue escribiendo columnas y críticas literarias, haciendo horna a sus ideales liberales e intentando buscar un nuevo futuro para una España en decadencia, pero la pasión por Teresa no duró, como efímera que es la vida, y no dudó en abandonarlo como también lo hizo con su primer marido. Ahora Espronceda, abandonado y con una niña, no logra olvidar a Teresa, que enferma de tuberculosis por sus sucesivos devaneos amorosos, muere años más tarde. La desilusión, la frustración de una vida marcada por duras situaciones a las que enfrentarse, su recuerdo constante hacia Teresa, a la que le dedica un capítulo aparte en su famosa obra El diablo mundo, marcan una vida predispuesta una cercana muerte, que debido a una larga enfermedad no tardó en llegarle para unirse de nuevo con ella…
Vamos a trabajar el texto:ORIENTAL  de JOSÉ ZORRILLA

Con color azul vamos a ver en que se aprecia la añoranza o evocación de mundos fantásticos o lejanos
Con color rojo señalaremos rasgos de la pasión amorosa tal como la expresa el autor

Dueña de la negra toca,                      8          a          La métrica de los 8 primeros versos:
la del morado monjil,                           
7 + 1    b
por un beso de tu boca                        
8          a         
Muestra mediante una serie de hipérboles
diera a Granada Boabdil.                     7 + 1    b          la hermosura de la amada, tan bella que por ella
Diera la lanza mejor                           7 + 1    c           diera la mayor fortuna
del Zenete más bizarro,                      
8          d
y con su fresco verdor                        
7 + 1    c
toda
una orilla del Darro.                      8          d
Diera la fiesta de toros
y, si fueran en sus manos,
con la zambra de los moros
el valor de los cristianos.
Diera
alfombras orientales,
y armaduras y pebetes,

y diera... ¡
que tanto vales!,
hasta cuarenta jinetes.

Porque tus ojos son bellos,
porque la luz de la aurora
sube al
Oriente desde ellos,
y el mundo su lumbre dora.
Tus
labios son un rubí,
partido por gala en dos...

Le arrancaron para ti
de la corona de Dios.
De tus labios, la sonrisa,
la paz de tu lengua mana...

leve, aérea, como brisa
de purpurina mañana.
¡Oh, qué hermosa nazarena
para un harén oriental,
suelta la negra melena
sobre el cuello de cristal,
en lecho de terciopelo,
entre una nube de aroma,
y envuelta en el blanco velo
de las hijas de Mahoma!

Ven a Córdoba, cristiana,
sultana serás allí,

y el sultán será, ¡
oh sultana!,
un esclavo para ti.

Te dará tanta riqueza,
tanta gala tunecina,
que ha
de juzgar tu belleza
para pagarle, mezquina.

Dueña de la negra toca,
por un beso de tu boca

diera un reino Boabdil;
y yo por ello,
cristiana,
te diera de buena gana
mil cielos, si fueran mil.

            Sobre las pasiones amorosas de Zorilla se detecta una fina hilazón entre la vida personal del poeta y lo que se manifiesta en el contenido de sus poesías. Una pasión sensual desbordante hacia las bellas mujeres, a las que amaba y desamaba y a las que tan mal fortuna deparó en su vida profesional y económica, siempre en conflicto. Desde su juventud sintió predilección por una mujer-madre, la que posiblemente admiraba por su absoluta sumisión a un padre despótico, sus tempranos amores con una prima fue una muestra de ello. Sus dos matrimonios fracasados muestran esa pasión desbordante que conducen al fracaso, quizás por esa irracionalidad o pasión que una vez disuelta conduce al desánimo. Sus amores poco lícitos con una joven aúnan ese temperamento henchido de amor, quizá el que nunca tuvo ante una familia poco alegre. Su tendencia hacia lo fúnebre puede venir marcada por ese desánimo ante la frustración de la vida, ante la unión o ese equilibrio que tanto ansia y del que se siente asfixiado, frustración que conduce al desánimo y quizá, hasta la propia muerte. Connotaciones que son muy usuales en el contenido de sus versos.

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